VISIONES ENCONTRADAS

Creo que una de las peores cosas de ser profesor es que sabes que llegará un momento en el que dejas de ver a tus alumnas (y a esos pocos alumnos que se deciden por estudiar Terapia Ocupacional). En el camino, hay personas que vuelves a encontrarte, que te sorprenden tiempo después (aunque te reprochen que no les pusiste una matrícula). Hay personas que se vuelven a colar en tu vida. Otras, sin embargo, se van quedando por el camino.

Lo bueno es que llegas a encontrarte con gente tan especial como las que han conformado la promoción que ahora acaba. Una promoción a la que uno se ha sentido muy, muy unido. Enseñar es una de las mejores maneras de aprender, así es que gracias por la oportunidad que me habéis brindado. Y gracias por los cafés, las cañas, por los “bailoteos” y los churros. Gracias por el compromiso de organizar el mejor congreso posible. Gracias por las complicidades, por la cercanía, por las confidencias. Gracias por las historias compartidas. Gracias por las sonrisas y por las lágrimas. Gracias por creeros esta historia, esta profesión. Gracias por demostrarme que merece la pena estar ahí.

En fin, que esto ha sido un placer. Y espero que nuestras huellas se crucen muchas, muchas veces.

Hasta... ¿Quién sabe?