VISIONES ENCONTRADAS

Sabíamos que la igualdad legal era solo un paso (grande y necesario, pero paso, al fin y al cabo) para conseguir la igualdad legal. Han pasado cerca de cuatro años de la aprobación de la modificación del código civil que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo y algo menos de ciertos reajustes legislativos destinados a posibilitar la mater/paternidad en igualdad de condiciones.

Ahora bien, la homofobia sigue presente en nuestra sociedad como bien nos lo ha demostrado esta misma semana Gloria María Tomás y Garrido, profesora titular de Bioética de la Universidad Católica San Antonio de Murcia que fue invitada a participar en el “V Curso de Ciencia y Sociedad” que tuvo como escenario la Universidad de Alicante, en concreto, en la ponencia titulada “La persona humana en cuanto cuerpo sexuado”.

Sus fundamentados argumentos los podéis escuchar en el vídeo. No sea que alguien, una vez más, nos acuse de tergiversar las razonadas palabras de la profesora. Polaino, por lo menos, era capaz de fundamentar sus planteamientos en ciertas teorías psicológicas (poco actualizadas, eso sí).

Dos cosas me preocupan de este asunto. Por un lado que una Universidad Pública invite a una persona claramente homófoba a participar en una de sus actividades y que su intervención en ese foro no acarree ningún tipo de repercusión. Al menos, la presión mediática ha conseguido que el rector tenga que pronunciarse rechazando la ponencia homófoba pero valora la «diversidad» de ideas en la Universidad de Alicante. Las comparaciones son (casi siempre) odiosas pero en algunas ocasiones nos permiten hacer interesantes extrapolaciones: ¿Las palabras del rector serían las mismas si el contenido de la conferencia fuese claramente racista o atentase contra la dignidad de las mujeres? Lo dudo.

Para muestra, un botón. Cuando el jugador del Barcelona Samuel Eto´o sufre insultos racistas en los partidos de fútbol este hecho tiene una importante repercusión mediática descalificando el acto. Cuando el jugador del Real Madrid Guty sufre insultos homófobos por enésima vez (el sábado la última según contaban en los informativos de Cuatro) el acto se normaliza. Esas son las comparaciones que resultan odiosas. Esas son las diferencias.

Y, por otro lado, me sorprende (poco, la verdad) que los alumnos y las alumnas presentes en ese salón de actos permanezcan prácticamente impasibles e incluso lleguen a aplaudir a la profesora. No es posible. ¿Ese es el alumnado qué estamos formando desde las aulas de la Universidad? ¿Dónde está su capacidad crítica? ¿Todo vale? ¿Es posible aplaudir a la moderadora que trata de mostrar su desacuerdo con lo expuesto y, al mismo tiempo, aplaudir a la conferenciante? Algo está fallando. En algo estamos fallando.

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