16.12.09

 

Carta a Walter Tróchez

"El año pasado te conocí en la Ciudad de México, en la conferencia del SIDA. Me enseñaste muchas cosas, y en muy poco tiempo pudimos advertir lo que había dentro de cada uno. En ti, yo no vi otra cosa más que un luchador incansable, un alma llena de sentido de justicia y que había pasado por numerosas batallas. Tú, bueno, sentiste casi de inmediato muchas intimidades. Al irte de nuevo a Honduras, me diste un abrazo tan fuerte, tan lleno de vida y afecto, que jamás olvidaré.

27 años (30-nov-1982)recién cumpliditos. No sabes cómo me duele esto. Hace tres o cuatro días me dijiste: No callarán mi voz. Hablaste, ¡sí!, y Amnistía lo supo, y yo te dije que sólo deseaba que te dieran protección.

Las almas puras, aquellas que se dedican en cuerpo, espíritu y acción en lo que creen, suelen ser como estrellas fugaces para nosotros. Para nuestra percepción, su vida es breve, pero a nivel estelar, su proyección -aunque a veces anónima para la historia- es larguísima. Eso es lo que imprime verdad en lo poco de bueno que hay en los seres humanos, su código de dignidiad y honor.

Pudiste haberte ido, no lo sé, supongo que sí, pero un hombre completo no huye jamás. Hasta siempre. Me siento tan agradecido de haberte conocido, aunque haya sido por tan poquito tiempo. Te prometo abrazar tan fuerte y con fiereza lo que ame. Uno abrazo como ese para ti."

sin_tiempo lo dejó en los comentarios

Tu comentarios: Publicar un comentario



<< Vuelve atrás

This page is powered by Blogger. Isn't yours?